29/6/13

Escrito a mano

Hoy he vuelto a releer tus palabras. Cada segundo que pasa, la razón está más de mi parte.  Me he tenido que reír porque cada frase que leía era peor que la anterior. ¿Cómo se puede escribir así?
Yo sabía que el final iba a llegar de esta manera, pero ha sido volver a ver esos papeles y ponerme a leer. Ha sido tan irónico que todavía tengo la sonrisa en el rostro.

Es como si te estuvieran dando el empujón para acabar con todo. Te están diciendo, no importas. Si desapareces, el mundo seguirá girando en la misma dirección. 
Cuando nada te llena, nada te importa y solo vives por no hacer daño, por no ser egoísta. Piensas que da lo mismo estar o no estar, vivir o no vivir. 
Se supone que la gente que te quiere te dirá: ¡no! Mírame, no puedes irte, te necesito. Siempre estaré a tu lado y te necesito. ¿Quién me ha preguntado lo que necesito yo?

Vivimos, crecemos y morimos solos. Cada uno se da cuenta en su momento. Y ese momento es horrible. Sentirte la persona más patética, avergonzada, sola y estúpida que existe sobre la tierra.
Hay que aprender: "ni tú le importas al mundo, ni el mundo te importa a ti"
Solo hay que sobrevivir y para ello sé agradable, pero no hagas amigos, serán un lastre y una condena. Solo te traerán problemas y sufrimiento. Vive para ti.

27/6/13

Soleares para José Menese

Se oye una herida en el aire,
una queja de agua honda,
un reguero de alta sangre.

La herida se queda sola,
y sola queda la sangre,
y la voz se oye más honda.

A la luna le dolía
tanta soledad de muerte,
tanta libertad herida.

Un chorro de acero ardiendo
parte el pecho en dos mitades
y se aleja por el cielo.

El grito se hundió en la mar
y en la playa malagueña
lloraba la soleá.

Si Federico viviera
esculpiría tu voz
con verso de sueño y piedra.

Si Federico viviera...

Jose Luis Cano

9/6/13

La voz del teatro

Tres golpes suenan. Una angustiada voz describe....

Esa voz. Es esa voz. Pero no puede ser, qué va, es imposible. ¿Aquí y justo en este momento? No, no puede ser. Pero se parece tanto...
Arg, mala suerte ya ha parado.
¡Espera!, aquí vuelve de nuevo. Es como si me hablara. Como si se dirigiera únicamente a mí. No hay apenas gente alrededor, todo está oscuro y no puedo verla, pero su voz...
Tiene que ser ella, pero ¿cómo?
Cierro los ojos y vislumbro la armonía rodeándome. El alma se me rasga al recordar esos momentos tan intensos vividos desde su ignorancia. Ciertamente es una voz peculiar, pero ese sentimiento que lleva a las profundidades más internas de mi pecho es indescriptible.
Ha dejado de hablar y ya no puedo pensar en la trama, solo en volver a escucharla. Pero no aparece.
Quizás haya sido una efímera intervención que me ha desconcertado y no vuelva a ocurrir.

La función debe continuar y así es como prosigue. 

En un momento dado, noto alguien tras de mí. Pienso que una butaca más se ha llenado en el casi vacío recinto, pero no le doy más importancia.
De repente, llegan los minutos finales de la obra y esa persona que se sentó tras de mí aparece como un actor escondido entre el público. Pero no, es una actriz. Las palabras se precipitan y le impiden decir su única frase al descubierto con claridad. Esas sílabas incomprensibles me confirman lo que no podía creerme, es ella.

Hacía más de dos años que no escuchaba esa voz. Hoy, por segunda vez la he vuelto a escuchar y con un par de frases monótonas he reconocido la voz que me transportó desde un antiguo salón de actos donde comencé mi infancia, a la angustia e impotencia de la joven Adela, hija de Bernarda.

8/6/13

La solución es huir

La otra noche me tocaba volver sola a casa. No era tarde, había luz y gente en las calles. No era peligroso, pero entre bromas la gente siempre suelta un "ten cuidado", o como diría una amiga mía, "ten cuidadito".
En un momento determinado dije, si hace falta yo corro que estoy en forma, pero un primo lejano de fofito me dijo, ¿para qué correr? con que le des una patada aquí ya está. Supongo que no hará falta describir el lugar al que señaló.

En ese momento seguí con la broma, pero horas más tarde cuando ya estaba en mi casa no sé por qué, me puse a pensar en esa situción. Me pregunté cómo reaccionaría ante una situación así. Las dos soluciones más extremas y evidentes son esas dos: correr o agredir en defensa propia. Me puse a pensar y llegué a una conclusión de la que me quedé ingenuamente satisfecha. 

-Claro, lo mejor será correr antes que agredir. 

Me dije, prefiero huir antes que hacer daño. No me di cuenta de lo que dije, hasta ahora.

6/6/13

Demora venidera


Cada instante, cada momento,
cada pétalo de tu cuerpo;
¡oh! flor hermosa cuan razón llevas,
en este sendero sombrío
que alumbran tus amapolas.

Belleza sin tesón,
riqueza y armonía.
El alimento de mi vida,
son tus risas y caricias.

Tiernos brazos, frío contacto.
La pureza de tu cuerpo,
cuando beso tu aroma y
de tus labios el aliento.

¡Oh belleza altiva que recuerda la infancia perdida!
¡Oh sol de invierno que calienta el efímero momento!
Y la estrella de tus ojos que reluce junto al fuego
me hace suspirar por tu hermoso y traicionero cabello.

Traicionero por cubrir tu divinidad maldita,
que volvería loco incluso a una reina de Castilla.
Traicionero por cubrir mi perdición,
así es, son celos, pero celos de amor.

2/6/13

Retales de una tarde

EL dolor es gratificante. La sensación de cansancio es la sensación de recordar el viento en la cara, el sonido de la red, los gritos de tensión, el esfuerzo y el apoyo.
No se puede explicar si nunca se ha vivido, es algo mágico y sorprendente. Sientes cómo construyes en compañía y algo grande y profundo te llena por dentro cuando lo que construyes es justo lo que querías construir.
Son risas y bromas. No me siento juzgada ni despreciada. Ciertamente me siento desafortunada, pero me siento una persona desafortunada. La fortuna llegará, eso lo sé. Pese a ello, me siento cómoda. No existe un "¿y qué pensarán?" 
El disimulo se evapora y la verdad es tan sencilla y cotidiana...

Qué fácil es vivir sin verdades complejas, sin verdades incómodas, con total sinceridad ante un grupo de personas que solo quiere vivir y sentir de cerca la compañía de la armónica aventura donde el inicio queda olvidado.