29/9/18

Adieu

Ahora el lugar, pero no el momento. Aunque quién sabe si tampoco el lugar.

Quien la conoce me dijo: no esperes nada. Como si todavía no me hubiera quedado claro. También dijo: cada una lo vivió a su manera. Puerta que sigue cerrada, pero que existe aunque quiera negarlo, aunque queramos negarlo.

Y resulta que no soy yo. Es ella quien no consiguió superarlo. Mis antiguos amores son historias cortas y concisas, nunca fue un no tengo ganas de contarlo. Lo mío es cansancio. ¿Se me olvidó el signo de interrogación? 

Pero no esperes nada. No es capaz de decirte hola, no ha sido capaz de cerrar su dolor sin volver a mirarme. Así que esa amistad nunca será y esas respuestas nunca llegarán. Nunca se abrirá para contarte como quizá tú puedas hacerlo con esa desconocida medio ciega frente a una montaña que todavía no ha bajado.

¿Qué hice con tanto dolor? Querer como quiero a alguien incapaz. El silencio roto por quien no quiere hablar. Adiós.

Nunca lo sabremos viajera. Tú y yo frente a una nueva etapa, un nuevo viaje. Un amor equivocado, un armario sin letrero que rompió una amistad hermosa manchada de tanto sexo que solo tapaba con parches ese desamor. No fuiste valiente creyendo en falsos besos que la amistad forzaba para no perder. Y hoy, un hueco que sigue aunque nunca antes existió.

Adiós amiga, fuiste mi persona y mi confidente. Mi apoyo y mi escucha. Fuiste la que me dio de más cuando solo me querías. Y ahora, una desconocida llena de esa puerta cerrada.

Rencor, miedo, pasotismo. ¿Qué más da? 
Si nada de eso me devolverá a mi amiga.
Me dije que nunca perdería una amistad por un amor. Me equivoqué.
Ojalá siguieras aquí, pero tarde o temprano la muerte nos llega a todos.
Te quiero amiga y aunque quiera, no lo olvidaré.