EL dolor es gratificante. La sensación de cansancio es la sensación de recordar el viento en la cara, el sonido de la red, los gritos de tensión, el esfuerzo y el apoyo.
No se puede explicar si nunca se ha vivido, es algo mágico y sorprendente. Sientes cómo construyes en compañía y algo grande y profundo te llena por dentro cuando lo que construyes es justo lo que querías construir.
Son risas y bromas. No me siento juzgada ni despreciada. Ciertamente me siento desafortunada, pero me siento una persona desafortunada. La fortuna llegará, eso lo sé. Pese a ello, me siento cómoda. No existe un "¿y qué pensarán?"
El disimulo se evapora y la verdad es tan sencilla y cotidiana...
Qué fácil es vivir sin verdades complejas, sin verdades incómodas, con total sinceridad ante un grupo de personas que solo quiere vivir y sentir de cerca la compañía de la armónica aventura donde el inicio queda olvidado.
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