Desde el principio

Noche sin luna. Oculta entre las nubes. Un leve círculo blanquecino se deja entrever entre niebla y ladridos. Los perros aúllan. Huele a muerte. 

El viento balancea las hojas. Algo cruje. Los puntos de luz a lo lejos anuncian hogares cálidos. Los grillos me acompañan, incansables durante la noche.

Un motor suena a lo lejos. De repente se para. Sigue habiendo oscuridad. Nada se interpone a mi respiración. Un furtivo aleteo me desorienta. A lo lejos un golpe. Otro. ¡Pum! ¡Pum!

Un par de golpes retumban entre las montañas.

Arriba, en el cielo, una luz parpadeante. Un minúsculo avión sobrevuela mi cabeza. Lo oigo. Lo oigo volar. Sus motores se mezclan en el silencio nocturno.

Los ladridos aumentan. Un quejido rompe la monotonía. El avión se aleja. Tengo frío.

Se acerca. El peligro viene. Me quedo quieta, no soy capaz de reaccionar. ¡Pum! Otro golpe. Más aullidos. Una negra figura repta por las blancas paredes. Se acerca a mi hombro. No puedo más. Asustada me aparto sin dejar de pensar. Miro a los ojos al miedo. La figura para. Se aleja por donde ha venido, pero yo tensa, sin poder volver atrás. ¡Pum! De nuevo el eco de un golpe.

Un aullido cambia, se vuelve repetitivo, incesante. Parece decir, "corre, corre, corre...". Otro motor sobre mi cabeza. Un nuevo avión, ¿o es el mismo?

Miro a mi alrededor. No veo nada, solo escucho el motor. Vuelvo a donde estaba, ya no hay peligro. Solo aullidos.

Otro aleteo. El viento aumenta y las ramas puntiagudas se confunden con unos pasos. Pero no, no hay nada. ¡Pum!

Miro al cielo. No hay estrellas. Quizás sea por el pequeño candelabro que llevo a mis espaldas o quizás sea por las nubes. ¡Pum! Otro quejido. Vuela cerca de mí. ¡Pum! No es un avión, está más cerca, ¿o acaso estoy volando? ¡Pum! ¿Qué es esto? Negro, vibrante, molesto. ¡Pum! Tengo miedo. Mi respiración se acelera. ¿Quién hay ahí? ¡Pum! Ladridos. ¡Pum! El sonido se mete en mis oídos, como un mosquito que no para de zumbar. ¡Pum! La luz se va. Ya no tengo frío.

El motor pierde fuerza. ¡Pum! No hay nada más. Un caballo grita.

El negro se confunde con el azul, oscuro. El horizonte se mezcla. La nieve se funde con el mar. ¡Pum! Un sonido humano me devuelve a la realidad.