14/8/14

Hablando de retrasados

Los planes nunca salen como estaban previstos, pero es que lo tuyo no es normal. Tu sinceridad y tu indecisión momentánea nublada por las respuestas que nunca vas a obtener te llevan a los casos extremos. Las preguntas banales junto a frases insensatas. Tu inteligencia tan buena para casos externos, pero tan frágil e invisible a la hora de decidir. A la hora de dar pasos importantes.
En esos momentos viene la burla constante, te pone a prueba y tú le sigues la corriente.

Solo queda el consuelo de que lo acabaste. Un final con despedida, pero un camino con intermediarios. Una tarde entera en tres minutos, por tus no-contrarios. Aún así, lo acabaste. Pero no sin miradas perdidas de por medio.

Y es que eres increíble. Me entran ganas de golpearte hasta dejar una mínima esfera de ti y abrasarla en las llamas hasta que tus gritos se queden sin ganas.
Rompería cada centímetro de tu cuerpo para obtener algo de sangre fría, porque aunque te empiece a hervir esperando la hora, parece que los jarros de agua fría solo necesitan un leve golpe para dejarte sin movimiento y dejar perder el único momento que podrías haber aprovechado antes de cambiar de estación. Anormal.

No hay comentarios:

Publicar un comentario