23/12/13

Fuera complejos

El ritmo de tu corazón lo marcas tú. Pueden intentar cambiártelo, pero tú decides qué hacer con él. Si seguir tu ritmo o el de los demás. 
Tu sonrisa debe marcar el compás, tus ojos deben guiarte por la partitura, tus pies deben bailar lo que tú quieras. Tus brazos deben aceptar al compañero de baile que tú decidas.
Déjate llevar por la música, no por los demás. Sé feliz, ríe, canta y baila. No mires a los que están sentados observando envidiosos cómo te diviertes, cómo disfrutas de tus años de baile y cante. Pon tú la música de tus pasos y no te emborraches. No tomes nada, te hará daño, te impedirá disfrutar y recordar todos tus días de sentir la música dentro y dejarte llevar. Toma algo para empezar, pero no dejes que te haga olvidar tu noche, tus noches y tus días. Que no te dejen olvidar tu vida.

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