22/12/13

Se acabaron los calmantes aéreos

No me reconozco. Vuelvo a ser irracional. Vuelvo a hacer cosas estúpidas por gente a la que ni siquiera sé si le importo. En cierta manera sé que algo soy en sus vidas, pero no soporto que no digan lo que piensan y me miren con ojos cristalizados, como si fuera un perro abandonado a su suerte en una noche fría de invierno. Es pena lo que sienten por mí, pero no sé por qué motivo. No sé qué pena sienten hacia mí y me gustaría saberlo. Me gustaría saber y conocer esas preguntas que rondan las cabezas de aquellos que me miran con insolencia y descaro. Desnudándome con esas miradas que no desean conocer lo que realmente piensan.

Necesito dejar de comportarme como una idiota y mirarte como al principio, como a los demás. Me avergüenzo de mi actitud infantil y sin sentido.
Y se vuelve a repetir, pero no quiero volver a lo que era, no quiero volver a sufrir por culpa de gente a la que ni siquiera recuerdo. No voy a volver. No se repetirán mis actos. Solo pido disculpas por ese atisbo de pasado que me convirtió en una niña irrespetuosa, hiriente y cabezota.

No hay comentarios:

Publicar un comentario