No me reconozco. Vuelvo a ser irracional. Vuelvo a hacer
cosas estúpidas por gente a la que ni siquiera sé si le importo. En cierta
manera sé que algo soy en sus vidas, pero no soporto que no digan lo que
piensan y me miren con ojos cristalizados, como si fuera un perro abandonado a
su suerte en una noche fría de invierno. Es pena lo que sienten por mí, pero no sé
por qué motivo. No sé qué pena sienten hacia mí y me gustaría saberlo. Me
gustaría saber y conocer esas preguntas que rondan las cabezas de aquellos que
me miran con insolencia y descaro. Desnudándome con esas miradas que no desean
conocer lo que realmente piensan.
Necesito dejar de comportarme como una idiota y mirarte como
al principio, como a los demás. Me avergüenzo de mi actitud infantil y sin
sentido.
Y se vuelve a repetir, pero no quiero volver a lo que era,
no quiero volver a sufrir por culpa de gente a la que ni siquiera recuerdo. No
voy a volver. No se repetirán mis actos. Solo pido disculpas por ese atisbo de
pasado que me convirtió en una niña irrespetuosa, hiriente y cabezota.
No hay comentarios:
Publicar un comentario