25/11/13

Acertar

No puedo hacerlo. No debo hacerlo. Arrepentirse de hacer lo que uno siente en cada momento es rechazar lo que te pide el alma. Es no tener sentimientos. Es dejar de ser persona. Es convertirse en el robot en el que quieren que te conviertas. La sociedad te dice cómo vestir, cómo actuar, cómo vivir. Pero no. Los impulsos no son malos, no hacen daño. Los impulsos son lo que ter definen como persona, son lo que hacen que seas como seas. 
El único error del que uno quizá deba arrepentirse es la forma en la que se hace presente cada impulso. Pero el error no es el impulso, sino cómo lo llevamos a cabo. Mis impulsos me determinan, me identifican, me dicen lo que quiero. Solo debo saber cómo y con quién actuar dirigida por mis impulsos para que no me tachen de enferma. Ese es el único detalle a tener en cuenta. Parecer una cuerda en un mundo de dementes.

No hay comentarios:

Publicar un comentario