18/5/13

Y de nuevo el final


Realmente no creo en el final. La palabra fin se define como límite de algo, como un impedimento para avanzar. Sin embargo, yo creo que el tiempo sentencia la palabra fin. El tiempo continúa y avanza sin que nadie pueda evitarlo. 

Por tanto, ¿el fin es la muerte? ¿Quién puede asegurarlo?

A menudo, se han etiquetado como locos a personas que han vaticinado la muerte de nuestro planeta, pero la muerte no implica fin, sino cambio. Y  las cosas cambian.
Muchos piensas que algunas relaciones se resienten porque la persona a la que creía que conocías ha cambiado de repente, pero no siempre es la persona, también es la situación. 

El tiempo no cambia a las personas, sino que lleva a las personas a situaciones totalmente diferentes. ¿Crees que los que te rodean han cambiado?¿Crees que esa relación se va perdiendo por culpa de los demás?
No. No lo entiendes. La situación cambia. Cuando una relación se sostiene por la presencia de terceras personas, la relación acaba por no dejarse ver.
Cuando decides labrarte un futuro a base de esperanzas vanas y rechazando la única ayuda que tienes, la mano amiga empieza a cerrarse.

No pretendas que el mundo actúe como tú quieres que actúe. A las personas le surgen problemas incomunicables que hacen que las prioridades cambien. Las relaciones son importantes, pero cuando no tienes pan que llevarte a la boca no puedes centrarte en satisfacer a tus seres queridos.
Si una persona se pasa la vida haciendo sentir bien y cómodos a los demás, en el momento en el que otras cosas se ponen por delante, el hecho de hacer sentir bien a los demás desaparece. Esto no significa que la persona haya llegado a un fin. La persona no ha dejado de ser lo que era. El problema es que no tiene oportunidad, pero si la tuviera seguiría haciendo sentir bien a los demás. 

Las prioridades cambian y algunos antiguos hechos se dejan a un lado. Pero no llegan a su fin, solo se apartan y nuevos hechos surgen a causa del tiempo.

Ya está. Solo deja las cosas tranquilas y si quieres se hablan, pero no pretendas que actúe como siempre porque ese como siempre ha cambiado, tanto para mí, como para ti, como para los demás. Ya no somos los mismos. Ninguno de nosotros es igual, pero es comprensible, estamos buscando nuestro futuro.
No sé si estarás en él, y sinceramente quiero que estés; pero en este momento no puedo centrarme en mantenerte junto a mí, porque ni siquiera puedo mantenerme yo sola. Sin nadie a quien mantener me estoy ahogando, así que entiéndeme cuando te digo que no puedo sostenerte e intenta mantenerte a flote de forma autónoma.
Sabes que te quiero y te necesito, pero también me conoces y sabes lo débil y cobarde que soy, así que déjame hacer daño y te suplico que sigas aquí cuando me toque recogerlo todo.

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