2/2/16

Muros irrompibles

Cada nueva noticia es sólo una tragedia de más. Una de tantas. Un acontecimiento mundano y habitual. El sufrimiento de un desoconocido.

En eso te has convertido. Ya no hay ningún deber interno que me impida moverme. Ya no hay fuerza irracional que tire de mí para quedarme a tu lado y salvarte.

Descubrí hace mucho, que no se puede salvar a quien no quiere salvarse. No se puede ayudar a quien no quiere ayudarse. Y pese a que mi primer impulso es luchar para darte motivos por los que intentar luchar, el tiempo ha envejecido mis ganas. Y ya no queda nada. Ni si quiera sentimientos. De ninguna clase.

Sólo quedas tú, en tu pozo oscuro y profundo, el que vas ahondando día a día. Y quedo yo. Fuera, con una cuerda, haciendo y deshaciendo. Nudos del alma. Y sin esperar tus gritos de socorro. Sólo viviendo donde puedas encontrarme.

No hay comentarios:

Publicar un comentario