14/6/15

Tu causa, mi beneficio.

Si algo no sale bien, suelo mandarlo todo a la mierda y empezar de nuevo.
Pues bien, aquí estoy. Al fin he mandado a la mierda mis miedos y mis fantasmas. Y quiero empezar de nuevo. No como antes, sino desde un nuevo comienzo. No quiero imposibles aunque existan. No quiero nada que no pueda ser. Solo quiero algo nuestro. Algo que podamos empezar a constuir. Pasito a pasito y sin complicaciones.

Convirtiendo el dolor en recuerdo. Con sinceridad, con libertad y con besos. Muchos besos. El resto me da igual. No pretendo ser algo que no soy. Sólo quiero ser yo. Contigo. 

Y quiero esto por ti y por mí. Por ambas. Pero sobre todo por mí. Porque llevaba meses sin recordar cómo sonaba tu voz, cómo sonaba la mía, cómo sonaban las olas de nuestro silencio. Llevaba meses sin recordar lo reconfortante que es sentir un abrazo tuyo, aunque sea con prisas. Llevaba meses sin sentir tus labios sobre mí.

Llevaba demasiado tiempo encerrada en mis miedos absurdos, en mi propio y merecido dolor. Y sin saber por qué, no huía definitivamente. Ahora entiendo el motivo y es que los miedos eran absurdos.

Yo sólo quiero seguir. Ahora, el tiempo estúpidamente perdido me sirve para continuar con más fuerza, con más ganas. Me sirve para hablarte de mí, para escuchar lo que quieras contarme. Para abrazarte sin descanso, para acariciar cada esquina de tu cuerpo. Para besarte hasta quedar sin besos, para sentirte dentro, como nunca.
Me sirve para entender qué quiero. Y es a ti. A nuestro ritmo, a nuestro nivel. Y con mis tremendas ganas de tocar una nueva melodía entre tus versos. Porque el miedo escénico no es más que cenizas ahogadas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario