14/12/14

El último año

Te escribí cien veces. Escribí, reescribí, taché, rasgué.
No sabía qué palabras utilizar. Todas ellas estaban en mi mente. Sabía lo que quería decirte. Pero se perdían al intentar llegar a mis dedos.
Pensé en llenar un vaso y bebérmelo. En buscar en el alcohol la valentía que me faltaba. Pero no quería que fuese el alcohol el que hablara por mí. Quería ser valiente por una vez en mi vida.
Quería que las palabras sinceras guardadas durante años salieran sin más cobardía. Sin más vergüenza y sin miedo a que cayeran en saco roto.
Quería ponerlo todo en orden. Asegurarme de que si alguien faltaba, no iba a arrepentirme de no haber cerrado la puerta con suavidad.
Quería todo eso y más. Y por ello, planto cara y llevo a la práctica tantos consejos teóricos que se han ido acumulando año tras año.

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