8/5/14

Yo no lo veo

Así deben ser los días. Buenos días, como los tuyos, tan extraños y cariñosamente ofensivos. Días soleados, días de buena compañía. Días de sonrisas y buenos actos. Días redondos.
Días tan normales como el ayer o el mañana, pero especiales con motivo.
Risas, buena compañía, encuentros casuales y sentimientos que afloran.
La vida son estos momentos, los que paso fuera de casa con gente que me saca sonrisas, con tonterías sin sentido o tomaduras de pelo. 
La vida es corta, sin sentido y con final. Quiero pasarla contigo, con vosotros. Ellos quedan en un segundo plano y aquí sobre la mesa, solo quedan un par de cartas por levantar. Si se levantan o no, será cuestión de tiempo, pero el límite de la paciencia se ha perdido, incluso la propia paciencia se ha perdido; al menos hoy.
No espero nada hoy, hoy no. Porque hoy lo he tenido todo. Las cosas han salido bien. 
Ayer fue un gran día. Lo sé. Y hoy esa sonrisa, ese triunfo, esa satisfacción, esa mirada y ese saludo han sido suficientes para hacerme sonreír, para hacerme sentir feliz. Para ser feliz, para compartir y para discutir. Pese a que no te dejes querer, me siento feliz así.

No hay comentarios:

Publicar un comentario