4/5/14

Buenas tardes

Y de vuelta al principio. La gente se va a aburrir de leer una y otra vez lo mismo. Bueno lo de gente suena muy a eufemismo.
La cosa es que cada vez va a peor. Las cosas siguen negras y las soluciones se vuelven cada vez más extremas. Los días pasan y cada vez son más pesados, más largos y menos productivos. Las horas se me hacen eternas frente a una pared. Sin lograr nada. Sin hacer nada con los segundos que alguien se atrevió a regalarme. 
Y lo peor, yo sigo aquí. Sigo encerrándome, aguantando, esperando a no sé qué. Sigo llenando el vacío interminable que hay en mi interior con más vacío aún. Creía que el vacío lo había llenado todo, pero no es así. Todavía queda más vacío que llenar con el dolor y la soledad. Con la apariencia y el aire que me rodea.

No he vivido nada, no he vivido con nadie, no he vivido nunca. Pero me da igual. No quiero seguir respirando para vivir algo. No quiero vivir la felicidad de la que hablan aquellos que son felices. No quiero aguantar el ahora para tener un futuro pleno. 
Y aunque alguien se acercara a mí y me asegurara que dentro de unos años empezaré a ser feliz, empezaré a sentir algo; no sería razón suficiente para cambiar de opinión respecto a mi decisión de dejarlo todo. Me da igual el futuro, me da igual lo que pueda pasar. Vivo el presente, y el presente es una espiral constante de sufrimiento, soledad, exclusión y ganas perdidas en batallas individuales. El presente es la vida y yo no la quiero.

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