Y no lo entiendo. No sé por qué aquí, con ellos. No lo
entiendo. Estoy en un hueco que no existe ni para ellos ni para mí. No piensan
en mí. Solo recuerdan que hay alguien más viviendo cuando les apetece o
necesitan algo. Cuando necesitan cosas que me regalaron con el fin de poder
cogerlas ellos como si fueran suyas, sin parecer egoístas y derrochadores. Me tienen
ocupando un espacio que les sobraba. Me tienen porque se equivocaron, se equivocaron
al casarse, al intentarlo buscando un niño pequeño al que poner el nombre del
padre. Pero ni siquiera eso saben hacerlo bien, ni siquiera eso. Se quedan a
mitad, provocando un error que ellos olvidaran cuando salga de aquí, pero que
yo arrastrare durante todos estos infernales años que me quedan por vivir. Y
todo por su culpa, por su falta de saber hacer, por sus intentos fallidos y sus
errores humanos.
Y caen sin descanso llegando a un fondo que no existe. Por
causas ajenas a las consecuencias y ajenas a mi desgana de seguir así, sola, en
medio de tantas y tantas palabras dañinas que me hicieron creer y que me
atormentan cada vez que me doy cuenta que sigo aquí, dependiendo de ellos.
Dependiendo de mi única oposición a ser feliz.
No hay comentarios:
Publicar un comentario