19/4/14

Más a mi favor

Durante todos estos años solo era silencio. Eran gestos y acciones que yo debía traducir. Era el aire que debía entender, pero que seguiré sin entender porque las excepciones existen.
Pero al fin llegó el día. Un día en mitad de todo el mundo, con miles de personas a mi alrededor y una joven adolescente que habla con impulsos innatos y no por ello faltos de veracidad.
Me aclaró todas esas dudas que tenía sobre cada uno de esos gestos. Me dijo simplemente que era egoísta por hacer lo que quiero. Hacer lo que quiero...
Como si alguna vez hubiera gritado a quien tenía que gritar. Como si alguna vez hubiera besado a quien tenía que besar. Como si alguna vez mi vida fuera conducida por mí.
Y por intentar acercarme al volante, soy una egoísta.

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