26/3/14

Bufones

Ya hay alguien que sabe de qué hablo. Pero no me reconforta. Sigo igual, detrás de sueños inalcanzables y con miles de obligaciones de por medio.
¿Quién quiere lujos en el aire? ¿Quién está dispuesto a aguantar el presente por un futuro incierto?
Las pocas cosas que llenan la vida de una persona me han venido boca abajo. Han venido con el único e incesante motivo, reírse de mí. Reírse de mis incapacidades, reírse de mis inaptitudes, reírse del error que tuvieron al darme la vida.
Esto es lo que hay, nadie preguntó y este es el fatídico resultado. Estoy harta de soñar con un futuro sin lugar a dudas mejor. Un futuro lejos de aquí, lejos de todo, lejos de todos. Lejos de este mundo que me rodea y que tanta infelicidad me aporta. Lejos de cada una de las personas que lo componen, porque solo me recuerdan con sus caras y miradas contradictorias que alguien me puso aquí para reírse de mí. Para reírse de mi fracaso y de mi absurda mala suerte.

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