15/2/14

Comedias

Y lloro y lloro. Lloro por dentro y no puedo más. Los días pasan y yo solo veo a la gente caminar a través de mi ventana. Veo a la gente crecer, sonreír y llorar. Veo a la gente vivir.
Vivo a través de sus vidas, a través de mi ventana. ¿Y para qué?
Un amor no correspondido, una amistad perdida, un compromiso echado a perder y consejos a la nada. Consejos y apoyos que no sirven de nada, pero que salen de mí. Para creer que soy útil.

Os envidio. Os envidio con vuestras peleas y vuestras sonrisas. Con vuestros gritos ensordecedores y vuestros abrazos reconciliarodes. 
Yo sólo aquí tengo una silla y mil papeles. Papeles que expresan lo que siento y lo que no. Papeles con letras y símbolos desconocidos para la mayoría y que solo servirán para una mínima parte de aquellos que los entienden. Y esa mínima parte está a años luz de mí. No hay ni capacidad ni ganas.

Sólo me mueven notas y ritmos que creo nunca serán míos. Se alejan cada vez más de mí y yo sólo quiero desaparecer en mi sombra. Sólo quiero salir sin despedirme. 
Sólo quiero saltar por esa ventana sin avisar. Quiero sentir el viento en mi cuerpo sin remordimientos y sabiendo que los que van a mirar a través de los cristales rotos sólo sentirán pena por mí.

No hay comentarios:

Publicar un comentario