Intento no darle importancia, pero me complican las cosas.
Doy mi tiempo para nada, pierdo mi vida por otras personas. Y esas personas me
toman a risa.
Mi tiempo de ocio cada vez se reduce más y el poco que tengo
lo comparto con personas que se olvidan de que soy persona. Me cuesta abrirme y cuando intento conseguirlo, solo obtengo
rechazos y burlas. Risas a mi costa que no puedo evitar.
Mi tiempo quiero pasarlo con personas que me hagan sentir,
que me hagan ver que sigo viva. Personas con las que pueda expresarme mirando a
los ojos y sin payasadas infantiles.
Pocas personas me hacen sentir. Solo una me hace ser la persona
que quiero ser. Y esa persona vive a miles de kilómetros de mí. ¿Para qué
seguir, si solo soy lo que quiero ser unas pocas horas al año?
Quizá deba irme a sentir a miles de kilómetros de aquí.
Cuando he empezado a leer la entrada, parece que estaba leyendo todo lo que pienso. No puedo estar más de acuerdo.
ResponderEliminarTiempo al tiempo.