1/6/14

Dos hacia atrás

Y este es el fin. Palabras necias, oídos no sordos. Mi verdad acabó con todo. Lo sé. Ya no estás. Ya no buscas una noche a solas. Tienes miedo. Y no sé de qué, pero no quiero saberlo.

Miedo de ti, de mí, de lo que pueda o no pueda pasar. Miedo de tenerme cerca. Incomodidad ante mi presencia y frases estúpidas que ahora te guardas. Solo por eso. Por miedo.

Fui yo. La que levantó sus cartas, de forma consciente y sin titubear. Y ahora todo sigue igual. Diría que incluso peor. El mundo sigue sin moverse, yo sigo aquí, quieta, sin nada más que decir. Sin ningún otro movimiento que poder llevar a cabo. Solo esperando que alguien me responda, porque ya no tengo pelotas. Las lancé todas al tejado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario