7/1/13

Sorpresas rutinarias

Hay cosas que nunca llegaré a entender. Y nadie puede reprocharme el no intentarlo, pero después de tantos años de experiencia me doy cuenta de que todos son iguales. Seguro que habrá alguna excepción que confirme la regla, pero no puedo dejar de repetirme que el 99% es así.

Cada uno con sus gustos y preferencias, pero para ese 99% lo primero es lo primero. No sé si es su naturaleza o es que todos son así de salvajes y no pueden dejar sus impulsos a un lado. No pueden aprovechar eso que se nos dió a todos al nacer y controlar lo que les impulsa a actuar. 
Yo comprendo que no puedan evitar que surja ese sentimiento, pero tienen todos los instrumentos para que ese impulso no vaya a más y llegue solo a ser eso, un simple impulso.
Pero mi resignación tiene un límite. Los que me conocen creerán que soy demasiado simple y clasifico a las personas sin conocerlas o por simples apariencias, pero no es así. De hecho no tienen ni idea de que cuando conozco a alguien prefiero encontrar sorpresas que su apariencia no deja ver.
Aún así, desgraciadamente, el 99% de los casos, mi primera impresión suele acertar. Suelo conocer a la gente antes de conocer su nombre. A veces incluso antes de intercambiar palabras.

Mi problema es que pese a saberlo, termino sorprendiéndome cada vez que cuando rechazo una propuesta, esa amistad que pensaba que estaba aflorando solo era una excusa para llegar a la cuestión que realmente tenía por objetivo la parte socorrida.

Sois todos iguales y solo por ello a veces me alegro de ser como soy.

No hay comentarios:

Publicar un comentario