4/7/11

Levítico 19,18

"La razón por la cual rescaté a los niños tiene su origen en mi infancia. Fui educada en la creencia de que una persona necesitada debe ser ayudada de corazón, sin mirar su religión o su nacionalidad." Irena Sendler, quien salvó a 2500 niños del Gueto de Varsovia en los campos de concentración.

De religión católica, cuando Irena caminaba por las calles del gueto, llevaba un brazalete con la estrella de David, como signo de solidaridad y para no llamar la atención sobre sí misma.

Pronto se puso en contacto con familias a las que ofreció llevar a sus hijos fuera del gueto. Pero no les podía dar garantías de éxito. Lo único seguro era que los niños morirían si permanecían en él. Irena quería que un día pudieran recuperar sus verdaderos nombres, su identidad, sus historias personales y sus familias. Entonces ideó un archivo en el que registraba los nombres de los niños y sus nuevas identidades.
Los nazis supieron de sus actividades. El 20 de octubre de 1943, Irena Sendler fue detenida por la Gestapo y llevada a la infame prisión de Pawiak donde fue brutalmente torturada. En un colchón de paja encontró una estampa de Jesús Misericordioso con la leyenda: "Jesús, en tí confío", que conservó consigo hasta el año 1979, momento en que se la obsequió a Juan Pablo II. Hoy nos queda claro que esta bella mujer que se expuso a tantos peligros para salvar a estos niños se fue sin alcanzar el Premio Nobel de la Paz, pero sabemos que ha dejado una huella y un gran ejemplo que no tiene comparación.


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