25/4/13

Tu recuerdo

Esos años sin ti fueron el error fatal que destruyó nuestra adolescencia. Ambos estabamos destinados a concernos, somos parecidos, pero tú fuiste capaz de huir. De salir de aquí. Y yo sin darme cuenta de que el tiempo pasaba mientras me quedaba atrás, no pensé en el futuro, no pensé en lo que venía. No pensé en marcharme y empezar a ser yo misma desde un principio sin que me juzgaran, sin tener miedo a ser quién soy, sin dejar de sentir, sin dejar atrás mi felicidad. 

Sigo aquí encerrada sin aire, tragando gases de aparencia e ignorancia. 

Te echo de menos. Hecho de menos tu espíritu de lucha que supo soportar un año roto para los dos. Pasé ese año maldiciendo lo ocurrido, sin darme cuenta de que el que más sufrió fuiste tú. Sin embargo, eres lo que desearía ser, te admiro por vivir así. Al límite del sentimiento, sufriendo y disfrutando. 
Me arrepiento de no seguirte, de no luchar por lo que quiero y de dejar pasar el tiempo.

Necesito esos ojos claros que se ríeron quitándole importancia a algo que había guardado en mi corazón durante mucho tiempo. Necesito esa sonrisa picarona que enamora a las chicas sabiendo que no tienen oportunidad.
Necesito una tarde frente al televisor. Nosotros dos. Solos. Hablando de todo y de nada. 

Te necesito a ti. Te necesito para recordarme quién soy, para recordarme la época que me construyó, que me hizo persona. Necesito recordar lo que sentía en esos momentos, lo que sentía hacia ti y lo que sentía hacia el resto.

Te necesito porque eres el único que me conoce, el único con el que puedo hablar libremente sin sentirme incómoda o absurda. Te necesito porque eres lo único que me une a este mundo, porque me das esperanza y alivio. Necesito que me recuerdes que sigo siendo yo. 
Te necesito para que me recuerdes que todavía puedo sentir. 

24/4/13

Tregua

Es un sentimiento contradictorio. Les envidio, pero a la vez doy gracias de no tener su mismo comportamiento. Más que envidia, podría llamarse frustración. 

Lo tienen todo, un amor profundo nacido de una buena amistad, pero los celos y el triunfo del miedo han hecho que estén en esta situación.
Han rechazado dar un paso más en su relación y eso ha hecho que el amor que sienten se vea frustrado y quiera más de lo que puede pedir. Porque ahora están con otras personas y no tienen derecho a desearse. 

Creían que el derecho a desearse estaba condenado desde un principio, pero no se dieron cuenta de que la condena podría liberarse con un simple gesto de ignorancia hacia quién rechazara su amor.

Nadie tiene derecho a decirles con quién estar o no. Y aunque quieran evitarlo, no pueden negarme que la elección ya hecha, fue causa de la presión social y del miedo a una vida criticada. Pero una vida en el amor.

Pese a ello, no quiero mostrarles de nuevo el gran error que tendrá consecuencias poco esperadas y un fin catastrófico.
Solo por el hecho de tener una cultura u otra.
Simplemente, mírense a los ojos. Mírense al espejo y vuelvan a mirarse a los ojos. ¿Qué les ha pasado?  Si la elección fue segura, ¿por qué ahora no son capaces de dirigirse la palabra? ¿Por qué ahora buscan cualquier detalle para herirse mutuamente?

Mírense y díganme, ¿dónde está esa amistad envidiada por vecinos, trabajadores y familiares? No voy a obligarles a seguir el deseo de caminar toda una vida con el amor esperado, pero al menos no pierdan ese vínculo surgido del primer tropiezo hacia un futuro en compañía.

20/4/13

Reencuentro

La vida me lleva, yo no camino. El destino lo eligen por mí, yo sólo hago el esfuerzo de seguir caminando, pero me canso. Mis piernas no pueden más, mis pies están cansados de tropezar y ya quedan pocos apoyos con los que volver a levantarme.

Me mintieron al decir que siempre había alguien conmigo; yo no lo siento. Mi energía se desgasta, mis deseos se desvanecen, mi alma se muere.

No existen razones, no existen hechos, no existen latidos reales. Los latidos son producto de la ficción, pero el dolor es real, la soledad y el sufrimiento están aquí; los latidos no.

Todo llega, todo pasa; pero la vida es larga.

18/4/13

Negleg

Es un vacío tan enorme que no cabe dentro de mí. Necesito sacarlo. Cada vez se acumula más. Más gritos y rechazos. Repugnancia y odio. Cansancio y desgana.

No me pidas más porque no respondo de mis actos y la desesperación puede sobrepasar los límites.

15/4/13

Revelación

No sé que genio inventó la frase aquella de "das lo que recibes", pero estoy segura de que no entendía bien el significado de esas palabras. Estoy harta de dar, harta de avisar, harta de ayudar, harta de no ser egoísta.

Porque yo habría insistido a mis padres para ir, porque yo habría dejado de lado la diversión sabiendo que me esperabas, porque yo habría pedido un móvil para avisar, porque yo te habría dicho a la cara que prefería ir con otra, porque yo le habría dicho a mi padre mi compromiso y lo habría arreglado de alguna manera, porque yo te habría felicitado, porque yo no te diría eres diferente a los demás para luego tratarte como el resto, porque yo habría respetado tus elecciones, porque yo habría hecho el esfuerzo de no olvidar tu amistad.

Definitivamente soy una ingenua que se creyó esas cuatro palabras: "das lo que recibes".

Nada vale la pena, nada ni nadie. Sois personas egoístas, impresentables y avariciosas. Y sí, algunas parecen hacerme sentir mejor que otras, pero eso no quita que sean personas. Todas y cada una de ellas, incluyendo a las pocas a las que les digo te quiero son así. Antes creía que al menos éstas pocas se salvaban, pero me equivoqué como tantas veces en mi vida.

Ojalá fuera como vosotros, ojalá fuera egoísta, impresentable y avariciosa; porque de esta manera todo me daría igual y no intentaría que el mundo se sintiera bien a costa de mis deseos y mi tiempo.

4/4/13

¿Quién da más?

Te vi, te vi.
Pero no sé dónde.
Ya verás que no me encuentras.
He llegado al horizonte.
Se avecina una tormenta.
Me voy a tirar al monte.
Ya verás que no me encuentras.
Él me ruega que lo afronte.
Es el viento quién lo cuenta.
Caminando al son del trote.
La subida de la cuesta.
Al final me espera el monje.
Y me invita a dar la vuelta.
Solo me fijo en su soporte.

Te vi, te vi.

Pero no sé dónde.
Ya verás que no me encuentras.
La elegancia de tu porte.
El brillo de tu belleza.
La sustancia de tus soles.
El cariño de esa fiesta.
Lágrimas a borbotones.
Me levanto de la siesta.
Los recuerdos a montones.
El corazón de la tormenta.
Solo quiero que escamonde.
El olor dulce de menta.
Frente al cuadro hecho de bronce.

Ya verás que no me encuentras.