11/11/12

Háblame

Cada uno tiene su propia visión. Lo importante es algo que parece muy generalizado, pero qué es lo importante. Lo importante puede ser una mirada, una sonrisa, un tiro libre, una respuesta...

Realmente todo puede ser lo importante, y muchos pensarán, "no, una hoja seca caída de un árbol no puede ser importante". No es importante porque no es única, hay muchas hojas secas por todas las esquinas de las calles, por todas las ciudades, por todos los países. Pero no es única, es parecida a las demás; pero no única. Puede que esa hoja tan insignificante provenga de un árbol seco y muerto que antaño fue el mejor amigo de un niño risueño, o puede que esa hoja tan insignificante sea otra más como cualquiera.

Lo importante es aquello a lo que nosotros le demos importancia, mejor dicho, a lo que cada persona le da importancia. Para ti puede ser importante ver al chico por el que pierdes la cabeza, para mí lo importante puede ser una palabra. 

No podemos exigir de los demás, porque para los demás las cosas no son importantes, tus cosas no son importantes, lo que tú ves por encima de todo puede ser el tercer peldaño de las prioridades de tu acompañante. 

Una sola frase de desahogo puede herir a quien no se lo merecía. Un gesto efímero y sin importancia puede acarrear meses de abandono a uno mismo. Un "te quiero" matinal puede dibujar sonrisas en días tristes. Numerosos insultos y gritos pueden hacer feliz a alguien que creía no importarle a nadie.
Es todo tan subjetivo...

Y no lo entiendo. No entiendo porqué no puede existir un dispositivo que te avise del peligro. Del peligro de hacer algo sin poder volver hacia atrás. Soy de las personas cuyas palabras ajenas y comentarios absurdos ignora, pero también soy de aquellas que se derrumban cuando se da cuenta de que existía otro camino por el que no era necesario herir a las personas importantes.

Y de nuevo llega la palabra importante. 

Las personas no son conscientes de lo importantes que pueden llegar a ser para algunos individuos perdidos sin rumbo. No se dan cuenta de lo influyentes que pueden llegar a ser y no se dan cuenta del ejemplo que pueden dar. Por eso, no se preocupan de si ese ejemplo es bueno o malo, no se preocupan de la importancia que ese ejemplo puede tener.

Los más peligrosos son los "importantes" absurdos. Aquellos que solo comprende uno mismo, aquellos que son tan evidentes para uno y tan complejos para el resto. Solo es un papel, solo es una bufanda , solo es un paseo. ¿Cuántas veces habremos soñado con ese papel, con esa bufanda o con ese paseo?

Después de tantas reflexiones me paré a pensar en mi importante, pero en mi importante de verdad, no en los pasajeros o en los que sirven de distracción. Me dí cuenta de que la mayoría de los importantes pasajeros de mi vida fueron frases. Frases cortas que se dicen diariamente sin importancia, sin intención y sin peligro. Pese a ello en su momento tuvieron mucha importancia, mucha intención y sobre todo mucho peligro. Por ello decidí dejar las frases a un lado, al menos las evitables, es decir, las mías. De esa manera solo se debe hacer frente a las que vengan de otras gargantas.

Continué reflexionando y recordé experiencias que creía olvidadas en los recovecos de mi mente.

Finalmente, llegué a la conclusión de que después de tantas aventuras mi importante se perdió al madurar, mi importante se quedó en el sueño que nunca cumpliré, porque la utopía duele y más cuando no te siento cerca.